jueves, 20 de octubre de 2011

Sacco y Vanzetti

En 1927 un grito cruza el mundo entero: ¡Libertad para Sacco y Vanzetti!

Los dos anarquistas italianos condenados en Estados Unidos. Todo el mundo lucha por ellos.

Aquí, en Buenos Aires, hay huelgas, mitines, explotan bombas en la embajada de Estados Unidos
y en la Ford. Pero nada se puede hacer; Sacco y Vanzetti son ejecutados en la silla eléctrica.

Martín Castro, el payador rojo,hará oír su protesta.






Patria del rubio metal
patria del rubio metal
del oro diablo amarillo
país del yunque y del martillo
y patria del mineral.
Norte América es genial
en el arte de la guerra
es marca en candente hierra
que ha de surgir y arrastrar
como flagelo del mar
como azote de la tierra.

Por sobre sus fundiciones
y el organismo mecánico
sobre el armazón titánico
de remaches y bulones
se alzan, como dos pendones,
dos banderas de ideal
los gestos de alta moral
con un amor Espartaco,
dos nombres: Vanzetti y Sacco,
que irán al sillón fatal.