Un año antes a grabarse estas imagenes, la dictadura fascista del general Franco había decidido designar a Juan Carlos como heredero del régimen, algo que él aceptó encantado como un chollo. Vemos en las imágenes a un oficial militar del régimen, Alfonso Armada Comín, que fue designado preceptor y jefe del jóven Juan Carlos. Armada participó, años más tarde, en el sainete de golpe de Estado de 1981. Las imagenes tratan de relanzar la figura de un extraño príncipe fascista al que nadie conocía fuera de España, escenificando un despacho esperpéntico, con un enorme portafirmas, cuando Juan Carlos carecía de función alguna en el régimen, más que como inaugurador de edificios y actos protocolarios, a la sombra del dictador Franco.
Los españoles siguen padeciendo esta casta de fascistas y parásitos, ahora recauchutados como los más demócratas de la tierra, todo ello debido a una oposición política corrupta (PSOE y PCE), sin auténtica visíón de modernidad para el pais, que se tragaron el cuento estúpido de la llamada Transisión con tal de sacar provecho del poder, mediante el robo y la corrupción generalizada, como lo demuestran los hechos, cuando a toda esta banda de fascistas había que haberlos juzgado como criminales y genocidas, como se hizo en Alemania, en Argentina y en Chile.