martes, 14 de diciembre de 2010

Cronica de la jornada de protesta

El sábado nos manifestamos contra el apoderado de la empresa "Instalaciones y Servicios La Cartuja S.L." (que como recordaran ya mencionamos esta a nombre de una menor), Manuel Turon Quilez, en su otro negocio, el bar "Es lo K hay", del que es copropietario.



La jornada, pese al intenso frío, muy positiva. Nos llegamos a reunir unas 15 personas a las que se nos sumaron vecinos de la zona, a los cuales se les explicó la situación y enseguida se quisieron sumar a nuestra causa.




Este es el panfleto informativo de la protesta.








En un primer momento salió un señor del establecimiento, que, en tono chulesco, nos informó del enorme favor que le hacíamos por hacerle publicidad y llamar la atención sobe su bar. Esta percepción cambio en dos segundos, ya que acto seguido salio en masa junto con algunos compinches a increparnos... aunque el señor que "hacia de jefe" no me miraba a la cara en ningún momento, él sabrá la razón o la vergüenza que se lo impedía, me vino a decir que la culpa era mía por no haber ido a trabajar... desconozco en que se basaba (yo por mi parte no lo conozco de nada) y en que momento falté yo al trabajo...pero de igual modo me falta la notificación del despido procedente por la no asistencia al trabajo... 

A este individuo se le sumaron dos jóvenes, una chica con el brazo en cabestrillo y un chico con la cabeza rapada, a los que tampoco conozco de nada pero me aseguraron muy vehemente que yo era una ladrona y que tenía que devolver lo que había robado... que ganas no te faltan cuando estas en un trabajo donde no te pagan  y donde nadie te da la cara, no lo voy a negar...pero lo cierto es que no me lleve nada, pero así lo creen lo tienen muy fácil.... no he ido a trabajar y he robado = despido disciplinario, es decir un despido en el acto y sin indemnización ¿donde esta? porque están pasando los meses y no me llega mi notificación... acaso Manuel Turon es un embustero .... lo cierto es que los hechos hablan por si solos.

A todo esto salió Manuel Turon, sol lo hizo una vez, los demás iban saliendo y entrando para insultarnos, pero el aludido solo hizo una vez para decirle al que tenia enfrente que es lo que le debía a él, cuando me vio a mi la cara se le cambio, pero como el alcohol es un buen "dador de valor", básicamente me vino a amenzar y a insultar con epítetos genéricos subidos de tono .... la única argumentación del que no tiene razón.

Al poco rato vinieron cuatro policías, como teníamos el permiso allí nos quedamos, para un dolor muy grande "del que hacia de jefe" que no paraba de hacer llamadas como en las series americanas cuando llaman al gobernador del estado o al alcalde para pedir favores, de ese estilo... en este caso me imagino que llamaría al buzón de voz para hacerse el interesante, porque con las ganas de que nos fuéramos se quedó.


Fue una jornada intensa pero muy gratificante por el calor humano que me mostró el barrio de las fuentes así como mis compañeros y amigos... La unión hace la fuerza y al menos nos queda el no quedarnos en silencio ante las injusticias, puede que la justicia sea lenta, pero la protesta es inmediata, al menos conseguimos hacerles pasar un mal rato y que la gente identifique al individuo en cuestión. Solo lamento el caso de los jovenzuelos, su comportamiento fue bastante deneznable y vergonzoso, pero como se dice, el tiempo pone a la gente en su sitio... el "chico sin pelo" debería de preguntarse donde esta la camarera que estaba antes que él, una rubia con la lengua muy suelta, que tuvo que tragarse sus palabras cuando a ella tampoco le pagaron (según me contó un amigo de este individuo, que por otro lado también fue al bar a ver si cobraba)... y es que muy chungo salir a defender lo indefendible, porque hoy tu culo esta caliente pero mañana cuando no lo este (y la trayectoria de este individuo así lo pronostica), puede que te resulte complicado buscar aliados cuando defiendes a ultranza las mentiras de otro... una reflexión para todos, hay que escuchar las dos partes antes de salir de abanderado de nadie, no vaya a ser que te quedes con el culo al aire.