Pitágoras fue mas que un matemático y su famoso teorema (que demostró pero no descubrió, aunque su demostración no pervive en nuestros días), sus ideas fueron el germen de la filosofía pitagórica.
Pero más que esto interesa el sentido de la liga pitagórica como tal. Constituía propiamente una escuela (en griego escuela significa ocio). Esta escuela está definida por un modo de vivir de sus miembros, gentes emigradas, expatriadas; forasteros, en suma. Según el ejemplo de los juegos olímpicos, hablaban los pitagóricos de tres modos de vida: el de los que van a comprar y vender, el de los que corren en el estadio y el de los espectadores que se limitan a ver. Así viven los pitagóricos, forasteros curiosos de la Magna Grecia, como espectadores. Es lo que se llama el bios teoretiós, la vida teorética o contemplativa. La dificultad para esta vida es el cuerpo, con sus necesidades, que sujetan al hombre. Es menester liberarse de esas necesidades. El cuerpo es una tumba (soma sema), dicen los pitagóricos. Hay que superarlo, pero sin perderlo. Para esto es necesario un estado previo del alma, que es el entusiasmo, es decir, endiosamiento. Aquí aparece la conexión con los órficos y sus ritos, fundados en la manía (locura) y en la orgía. La escuela pitagórica utiliza estos ritos y los transforma. Así se llega a una vida suficiente, teorética, no ligada a las necesidades del cuerpo, un modo de vivir divino. El hombre que llega a esto es el sabio, el sophós (parece que la palabra filosofía o amor a la sabiduría, más modesta que sofía, surgió por primera vez de los círculos pitagóricos). El perfecto sophós es al mismo tiempo el perfecto ciudadano; por esto el pitagorismo crea una aristocracia y acaba por intervenir en política. Los pitagóricos seguían una dieta vegetariana1 a la que llamaban por aquel entonces dieta pitagórica.
Los pitagóricos pensaban que todo podía ser representado con un numero y si no , no existía. Así mismo creían en la igualdad entre el hombre y la mujer, por ello parte de sus miembros eran mujeres que aprendían y enseñaban en igualdad de condiciones. Por contra tenemos la escuela aristotélica (Aristoteles, Platon, Socrates, etc) que prohibían el acceso de la mujer al conocimiento por considerarla inferior.
Tanto las ideas filosóficas como científicas de la escuela aristotélica y afines son las que nos han llegado hasta nuestros días, aun cuando hoy en día sabemos que ninguno de estos legados científicos son reales y menos aun sus ideas misogenas. De hecho, las teorías científicas e la escuela pitagórica eran mas acertadas, pero la historia tuvo que elegir y lo hizo... y asi cargamos no solo con el machismo y el geocentrismo sino con una serie de aberraciones culturales que seguimos arrastrando.
Pensar por uno mismo, aprender e investigar.. esas son las claves para crecer y no acabar siendo una herencia arcaica y desfasada.