miércoles, 27 de julio de 2011

Utopía y resistencia

Extracto del libro de Rui Manuel Gracio Das Neves , "Utopía y Resistencia". Hacia una teopoética de la liberación. 


Canto a los rebeldes,
 del ayer, del hoy y del mañana, 
a los que no se conforman 
con este mundo establecido, 
con la mentira estructural, 
o con la alienación fomentada. 

Grito a los jóvenes 
y a aquéllos que (no) han dejado de serlo, 
que no se han rendido al Sistema 
ni han traicionado su conciencia, 
que no han caído 
en las redes del cinismo militante, 
que defienden valores alternativos, 
distintos del consumismo, 
la apatía, 
la capitulación, 
la competición brutal 
o la tecnología idolatrizada. 

Invito a los que no les interesa 
el nuevo modelo de coche, 
el “chalecito” en las afueras, 
la cuenta corriente de siete dígitos, 
las vacaciones en las Bahamas, 
lamer las botas del jefe 
u obedecer al caciquillo del clan. 

Animo más a los apátridas, 
a los sin partido, 
a los sin iglesia, 
a los que viven al margen de los Sistemas, 
sedientos de Justicia y Verdad. 

“Estáis en el Mundo-Sistema, 
pero no sois de él, 
porque mi Reino no es al estilo 
de este Mundo-Sistema”. 

No temáis, pues, los clichés, 
los murmullos a vuestra espalda, 
la sonrisa benévola, 
el quedaros solos alguna vez, 
si vuestra conciencia 
se halla firmemente arraigada 
en la Verdad vivida. 

Y aunque los tiranos de este Mundo 
ahoguen una por una todas las revoluciones, 
por favor, 
¡no os desaniméis!, 
para que no aplasten también la vuestra, 
la revolución personal de lo cotidiano, 
pues las fronteras del Sistema acaban 
donde precisamente nacen 
vuestra conciencia, libertad y convicciones. 

Unid los hombros a otros rebeldes, 
ampliad las redes, 
construid juntos 
la Mujer y el Hombre nuevos, 
haced campaña 
todos los días de vuestra vida, 
con la palabra, 
el silencio, 
la sonrisa 
o el testimonio, 
de que vendrá un Mundo Diferente, 
un Mañana Mejor. 

Pero sólo vendrá 
cuando estéis dispuestos a luchar por él, 
con paciencia histórica, 
interminable, 
infatigable, 
a dar vuestra sangre 
y a comprometeros hasta el final, 
hasta la muerte, 
histórica o natural. 

Sin lucha, 
sin persistente lucha, 
nada cambia, 
todo pasa. 

Y así, 
sin mártires de la Causa, 
la vida seguirá siendo 
anodina, 
triste, 
mediocre, 
gris. 

¡Antes morir luchando, 
que vivir muriendo!