sábado, 16 de abril de 2011

¡Que no hipotequen nuestras vidas!

Interesante reflexión sobre la situación REAL de muchas personas que ven como pierden, o están a puertas de perder, aquello por lo que tanto han luchado. Podéis ver la noticia  original aqui



Las graves consecuencias de la actual crisis capitalista está afectando dramáticamente a muchas familias hipotecadas y desfavorecidas. Es preciso recalcar que las entidades bancarias, estimuladas durante años por la ausencia de controles públicos (entre otros, del Banco de España), han incentivado la concesión de créditos hipotecarios de una forma indiscriminada.

Miles de aragoneses están descubriendo que sus ingresos no alcanzan para pagar las hipotecas. El creciente desempleo, los despidos motivados por causas económicas, los EREs,- están provocando que muchas familias no puedan llegar a fin de mes y pasen a ser insolventes.

LOS DESAHUCIOS están privando ya a muchos vecinos y vecinas de la posesión de sus casas, por impago de las deudas contraídas en sus hipotecas. Lo que está suponiendo un adeudamiento de por vida, algo que condena al hastío y a la pobreza a miles de familias. Actualmente se embargan nóminas, bienes y a los avalistas. Algo que la Confederación de Asociaciones Vecinales de Aragón consideramos inadmisible, ya que las vecinas y vecinos más vulnerables no son las responsables de la crisis actual.

Las entidades financieras, además, se pueden adjudicar la vivienda por el 50% del valor de tasación (en el caso de que la subasta a la que va la casa quede desierta), mientras sigue reclamando el resto de la deuda pendiente (más intereses y costes judiciales) a las afectadas. Estas personas son condenadas a la exclusión social de por vida y a la economía sumergida.

EN ESTE CASO, la justicia (que se supone vela por las garantías democráticas) y el gobierno (que da cobertura a leyes injustas, como la hipotecaria o la de enjuiciamiento civil) están facilitando que los bancos sigan acaparando beneficios millonarios, mientras que las personas más desfavorecidas pasan a ser personas sin hogar, sin trabajo, sin futuro,- pero con una deuda millonaria. Esta situación trasciende de lo personal, ya que arrastra a todo el núcleo familiar. Detrás de cada desahucio hay un drama colectivo.

Esta situación tan conflictiva podría evitarse mediante diversos mecanismos como la dación en pago, una fórmula que permite a las familias seguir viviendo en su casa, entregando la propiedad del inmueble en cuestión. En otros países europeos, como Inglaterra, Francia, Alemania y Portugal ya funcionan iniciativas de carácter similar.

ANTE ELLO, CAVAragón hace un llamamiento a la movilización social que permita el acceso a viviendas dignas, un derecho fundamental de cualquier ser humano. También invitamos a participar en las iniciativas que están organizándose para la modificación de la ley hipotecaria y de la ley de enjuiciamiento civil, que permiten esta situación.

No podemos culpar y hacer pagar esta crisis a las personas que han perdido su empleo, parados de larga duración, precarias, migrantes,- Cualquier vecina o vecino podemos caer en esta situación, algo que nadie nos merecemos. Ante ello, no debemos avergonzarnos o victimizarnos, sino pasar a la acción y construir respuestas colectivas.

Presidente de CAVAragón, Confederación de Asociaciones Vecinales de Aragón