sábado, 30 de octubre de 2010

Primer dia de mi infierno

Así fue como tras finalizar mis vacaciones me reincorporé a mi puesto de trabajo.... ya no existía en mi ni la cordialidad ni el buen humor, solo quería hablar con Manuel.



Llegue a la oficina y estaba la persiana bajada. Algo raro teniendo en cuenta que nunca se bajaba y que ellos ya llevaban una semana trabajando. Entré con mi llave y cogí el móvil para llamar a Manuel.... el móvil estaba cortado y el fijo también.... no me extraño mucho, dado que es la consecuencia lógica cuando no se pagan las facturas.... y de esas facturas había muchas.

Mi rutina diaria consistía, ya desde hacia meses, en atender el teléfono para hablar con clientes descontentos o con proveedores que querían pagar. A eso me disponía mientras apareciera alguien para darme la cara.

Se acabo la jornada y por allí no apareció nadie, ni nadie llamo. Así que me fui a casa de Manuel para que me diera una explicación, al menos su mujer, con la que siempre había tenido un trato cordial, me abriría la puerta... Cuando llegue allí me encontré una casa con todas las persianas bajadas y sin indicios de vida. Así que les deje una nota en el buzón... básicamente decía: Manuel, por favor, llámame.

Y me fui a casa.