Letra con que los anarquistas cantaban al iniciar sus actos, a principios de siglo
Oíd mortales el grito sagrado
de anarquía y solidaridad.
Oíd el ruido de bombas que estallan
en defensa de la libertad.
El obrero que sufre, proclama
la anarquía del mundo a través,
coronada su sien de laureles,
y a sus plantas rendido el burgués.
El vil clero a la cara te escupe
y el que manda te aplique se ley.
Y el burgués tu sudor te arrebata
y te matan la patria y el rey.
Viva, viva la anarquía,
viva el pueblo productor.
Libertad, igualdad y armonía,
arte, paz, justicia y amor.