ECOS DE ASFALTO 01
En medio de la noche
soy yo el que escupió
a la cara al diablo.
Juan Sin Miedo sostuve
la carcajada.
11 años después
tras ciertas dificultades
sostengo aquella sonrisa amplia.
El diablo es astuto
y pone trampas donde menos
esperas hallarlas.
Para limpiar el hollín de las alas
Solo hay que agitarlas con fuerza.
Para mi no existen las cadenas.
Vuelo alto. También
El firmamento come de mi mano.
Ni Amo ni Señor,
no es el negro
Solo un color
Son todos
Por ello mi bandera.
Así tenga que seguir solo el sendero
Mis vaqueros, mi chupa de cuero y mis botas.
ECOS DE ASFALTO 02
Y uno mientras sigue tirado en las calles
soportando el peso de la lluvia,
viendo como el viento arrastra las hojas otoñales,
como se desborda la fuente del parque
y los cartones se empapan y mojan mis barbas...
viendo, como nadie me mira,
sin un puto café con el que calentar el estómago
para que no se me congelen las venas en el sueño,
la niña perdida...
la luna se refleja en la carretera
y las alcantarillas beben atragantadas,
el cielo de plata me mira triste,
caen las cenizas del edificio en llamas sobre mi canenta alma,
no oigo ni a la gente ni a los bomberos,
solo a la lluvia chocando contra mi desvencijada espalda...
y aquí estamos, afrontando la vida como puedo, la realidad, las calles...
ECOS DE ASFALTO 03
No hay bloqueo, siempre
hay algún modo
de franquear las
zanjas y murallas,
vallas y redes,
las llamas derriten
las cadenas
resulta que siempre fueron
cera
resulta ser que no son
resulta ser que siempre fueron fieras
que no son
inventadas fueron siempre
desde el inicio